Llegar a la Universidad Católica de Manizales (UCM) significó para la estudiante María Cristina Castillo Torres, un paso decisivo en su vida académica y personal porque a sus 20 años aceptó el reto de realizar una movilidad en el Instituto de Investigaciones de Microbiología y Biotecnología Agroindustrial (IMBA) y encontró un espacio donde el aprendizaje, la investigación y la cultura se unieron en una experiencia transformadora.
María Cristina cursa la carrera de químico biólogo parasitólogo en la Facultad de Ciencias Químico Biológicas en Chilpancingo de los Bravo Guerrero en la Universidad Autónoma de Guerrero y durante su estancia en la UCM se vinculó a un proceso investigativo liderado por la profesora del programa de Bacteriología de la UCM, Beatriz Elena Padilla Hurtado, donde profundizó en metodologías de laboratorio, en el estudio de la biología molecular y en aplicaciones de la biotecnología agroindustrial que complementan su formación en México y refuerzan su motivación por la ciencia.
La experiencia no se limitó al crecimiento académico porque también incluyó un acercamiento a la cultura, a la gastronomía y a la calidez de la ciudad y de sus habitantes lo que convirtió a Manizales en un lugar de inspiración y aprendizaje integral y permitió que María Cristina, encontrara en la UCM una universidad que comparte su visión de innovación y de compromiso con la investigación científica.
Aprendizaje sin fronteras en la UCM
“Mi experiencia en la UCM ha sido increíble porque me permitió aprender demasiado en el IMBA con la doctora Beatriz, fortalecí mis conocimientos en biología molecular y en técnicas que no conocía en México y además viví una cultura distinta y muy acogedora, la universidad me abrió la mente y me mostró que no existen límites para seguir creciendo y por eso me encantaría regresar a cursar un semestre y continuar mi formación en este país que me ha dado tanto”.
La movilidad de María Cristina, estudiante mexicana, reafirma el valor de los convenios internacionales que promueven la formación integral de los estudiantes y fortalecen la proyección global de sus carreras porque cada experiencia académica en la UCM aporta al conocimiento científico y fomenta la construcción de profesionales con visión internacional que valoran el intercambio cultural como una oportunidad de crecimiento.
Para la UCM la presencia de estudiantes internacionales como María Cristina representa una oportunidad de fortalecer el diálogo académico y cultural que enriquece la formación integral de toda la comunidad universitaria porque cada movilidad aporta nuevas miradas al trabajo investigativo y refuerza el compromiso institucional de consolidar una educación con impacto global y sentido humano.
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