La sala Cumanday del Centro de Convenciones Teatro Los Fundadores reunió a diferentes actores públicos, privados, comunitarios y académicos en torno a la propuesta de crear una mesa de gobernanza ambiental turística acompañada de un observatorio que permita ordenar el crecimiento del turismo en el departamento de Caldas, donde la Universidad Católica de Manizales participó con la representación de Nathalie Rodas Osorio, profesora del programa de Tourism Business Administration, quien aportó la visión académica de la institución para fortalecer el trabajo conjunto en torno a la sostenibilidad del territorio
El encuentro partió de una preocupación central: el aumento de visitantes en zonas naturales sin una capacidad de carga definida, lo que genera presión sobre ecosistemas frágiles como páramos, cuencas y senderos rurales, así como la necesidad de brindar acompañamiento técnico a los municipios que desean consolidar su vocación turística.
Durante la jornada, se evidenció que Caldas requiere coordinar el desarrollo del turismo con los límites ecológicos del territorio y que las decisiones deben responder a evidencias, procesos participativos y una visión de largo plazo.
Bajo esa premisa, Corpocaldas, representada por Juan José Silva, presentó la propuesta de conformar una mesa de gobernanza ambiental turística en articulación con aliados estratégicos como la Universidad Católica de Manizales a través de la docente Nathalie Rodas Osorio del programa de Administración de Empresas Turísticas de la UCM, Cotelco, el Departamento Nacional de Planeación con la presencia de Margarita Serrano, la RAP Eje Cafetero con la intervención de Valentina Carvajal Castellanos, el SENA y otras instituciones que manifestaron su disposición de trabajar de manera conjunta.
Por un turismo sostenible en Caldas
El propósito de esta mesa consiste en definir reglas y criterios técnicos para la gestión turística, promover buenas prácticas ambientales, acompañar a los municipios en procesos de ordenamiento y monitoreo, impulsar sellos y certificaciones y fomentar pactos sociales y acuerdos territoriales.
Como complemento, el observatorio permitirá medir indicadores clave como la huella de carbono por destino, la presión hídrica, la capacidad de carga turística real frente a la proyectada, la generación de residuos por temporada, la cobertura vegetal con acciones de restauración activa y los conflictos socioambientales que se registren en las zonas de mayor impacto.
Con este trabajo articulado se busca avanzar hacia el cumplimiento del Plan Estratégico 2030, en el que Caldas logre consolidarse como un territorio líder en gobernanza ambiental turística con destinos planificados, datos abiertos y acuerdos vivos que promuevan el biodesarrollo.
En conclusión, promover el turismo no resulta suficiente si no se gobierna de manera adecuada y gobernarlo bien significa hacerlo con datos, acuerdos y con el territorio como prioridad para que la riqueza natural de Caldas se preserve al tiempo que se impulsa el desarrollo de sus comunidades.
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